El miedo de los hombres

El miedo del hombre
La exclusión
Conozco una pareja que ha iniciado una relación a tres. Esto inició porque el tenía una amante y la mujer de mentalidad abierta quiso incluir a la tercera dentro la relación con su hombre.
Esta relación con la otra mujer en parte la hería pero había decidido continuar para no destruir la relación que tenía con su hombre. Lo que la hería era que cuando su hombre estaba con la otra mujer era él quien le impedía participar a la relación sexual.
Un día sucedió que las mujeres empezaron a jugar juntas y a un cierto punto cuando el hombre trató de entrar en la relación las mujeres lo excluyeron. El hombre perdió completamente la razón y las mujeres le hicieron entender que “no tenía la sensibilidad necesaria para interactuar con la misma eficacia con que lo hacían ellas”.
Él se fue a otra habitación y las mujeres terminaron de divertirse juntas pero esa misma noche el decidió terminar la relación con la tercera. Quitando al posibilidad de volverse a encontrar en su casa.
Tiempo después la amante se encontró otro compañero siempre de mentalidad abierta y de vez en cuando volvió a encontrase para tener sexo con el hombre anterior, bajo la condición de no hacerlo dentro de la casa donde convive con la mujer.
De esta manera el hombre consiguió la forma de frecuentar las dos mujeres sin que ellas pudieran tener la posibilidad de excluirlo.

Dentro la historia
No puedo tener la seguridad de lo que sucedía en la historia pero no es necesario tener demasiada imaginación para entender que, muy probablemente, en la antigüedad donde las mujeres se relacionaban con vikingos, guerreros y demás clases de bestias la única forma de conseguir obtener un orgasmo de punto G era la de arreglarse entre mujeres. Además del hecho que a causa de la violencia, las actividades de caza y riesgos la posibilidad de encontrarse solas era mucho mas grande que la de hoy en día.


Lo indispensable
Lamentablemente este orgasmo para una mujer vale 10 veces lo que vale cualquier otro orgasmo que sea de estimulación de clítoris, vaginal o anal; tiene una característica fundamental: para provocarlo no es necesario utilizar el pene, son suficientes dos dedos, la lengua y la delicadeza.
No es necesaria la fuerza, tampoco sirve la agresividad la masculinidad. Por este motivo esta práctica pone al hombre en inferioridad de condiciones respecto a una mujer.
El vice-versa non existe
Si bien la misma cosa se podría decir del sexo oral hecho por parte de otro hombre la realidad es que el contacto sexual entre hombres es siempre menos natural que el contacto sexual entre mujeres. Sin tener en cuenta que la mujer es un organismo infinitamente mas complejo que el de un hombre y hacerle obtener un orgasmo a un hombre es siempre una cosa mecánica y simple en comparación a lo que significa hacerle probar un orgasmo a una mujer.
En pocas palabras la práctica del squirt pone en completa inferioridad al hombre porque desde el punto de vista masculino no existen orgasmos diferentes y el orgasmo mas intenso que se prueba es siempre el que se obtiene con la penetración de la mujer.

Este sitio es sólo informativo: ante cualquier duda consulte su médico no me asumo ninguna responsabilidad por eventuales daños provocados por el utilizo de este método o métodos derivados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario